Después de la muerte de la abuela, la casa quedó cerrada. No por duelo, sino por cierta cobardía. Nadie quiso entrar a la cocina durante semanas, como si la ausencia pudiera contagiarse.El mantel de hule seguía en la mesa, con una mancha seca de té de manzanilla. No era grande, pero parecía definitiva, como esas cicatrices que no intentamos borrar.
El día que abrimos las ventanas, la luz entró como una visita inoportuna. Se posó sobre las sillas vacías, sobre la alacena hinchada de humedad, sobre las ollas que nadie reclamó. Yo fui la primera en encender el horno, aunque la receta que iba a hacer no lo necesitaba. No era la de ella, pero tenía algo suyo: coco tostado, como el que usaba en Semana Santa, y limón, su aroma predilecto, ese que parecía atravesar cualquier invierno.
Mientras la cuajada espesaba a fuego lento, encontré una foto en el cajón de los cuchillos. Ella, en el patio, cuando aún era niña, con una flor de limón en el pelo y esa expresión que no sé si era alegría o desafío. No sé por qué pensé que era una señal. Cocinar, entendí, podía ser una forma de recordarla… sin dejarla intacta.
Esa tarde no lloramos. Nos sentamos a comer las tartaletas en silencio, hasta que el segundo bocado nos arrancó una risa breve, absurda, recordando sus refranes mal dichos. El postre no trajo respuestas.Pero sí abrió una puerta. Y nadie preguntó a dónde daba.
🌿 Ingredientes
Para la corteza sin horno (también puedes hornearlo):
1 ¼ tazas de coco rallado tostado (sin azúcar añadido)
¾ taza de harina de almendras
⅛ cucharadita de sal marina
¼ taza de manteca de cacao derretida (puedes sustituir por aceite de coco, pero variará la textura)
3 cucharadas de mantequilla de almendras natural
Para la cuajada de limón:
8 yemas de huevo (idealmente de gallinas libres)
½ taza de edulcorante de fruta del monje (o eritritol o alulosa)
½ taza de jugo de limón fresco (recién exprimido)
1 cucharadita de gelatina (opcional, para firmeza extra)
⅓ taza de mantequilla orgánica o ghee
🔬 Compuestos bioactivos
⚖️ Análisis nutricional aproximado (por porción, considerando 12 porciones)
Calorías: 195 kcal
Proteína: 4 g
Grasas: 16 g (principalmente saludables)
Carbohidratos netos: 6 g
Fibra: 2 g
🧰 Equipo necesario
Molde cuadrado de 20×20 cm
Papel vegetal para forrar el molde
Cazo mediano
Batidor de mano
Espátula de silicona
Licuadora (opcional, para pulverizar el edulcorante)
🍋 Paso a paso: ¿Cómo hacer esta tartaleta de limón?
Paso 1: Preparar la base
Mezcla el coco tostado, la harina de almendras, la sal, la mantequilla de almendras y la manteca de cacao derretida.
Presiona esta mezcla firmemente en el fondo del molde forrado con papel vegetal.
Lleva al refrigerador para que se compacte mientras haces la cuajada.
Paso 2: Preparar la cuajada de limón
Coloca las yemas, el edulcorante, el jugo de limón y la gelatina en una cacerola.
Bate constantemente a fuego medio-bajo hasta que espese o alcance 160ºF.
Retira del fuego y añade la mantequilla, batiendo hasta integrar completamente.
Paso 3: Montaje y refrigeración
Vierte la cuajada sobre la base enfriada y nivela con espátula.
Refrigera al menos una hora o hasta que esté completamente firme.
Opcional: pulveriza edulcorante y espolvorea al servir.
📌 Consejos útiles
Si deseas más textura, puedes añadir semillas de amapola a la base.
Esta receta se puede congelar y queda excelente como snack frío en verano.
¿Quieres hacerla más suave? Sustituye parte del jugo de limón por jugo de naranja o mandarina.
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