Cremoso, sedoso y sin azúcar refinada. Este flan se prepara en licuadora y se hornea a baño maría para lograr una textura perfecta, con un caramelo ligero de miel de agave.
Rinde: 8 porciones · Tiempo activo: 10 min · Horno: 50 min · Reposo: 4–8 h
Dificultad: fácil
Ingredientes (formato descriptivo)
Queso crema light (1 paquete, 190–226 g): aporta cremosidad y cuerpo con menos grasa que el tradicional; ayuda a la textura firme tipo “cheesecake–flan”.
Queso cottage bajo en grasa (1 taza): suma proteínas y humedad sin exceso de grasa; equilibra la densidad del flan.
Claras de huevo (½ taza, ≈4 claras): brindan estructura y ligan la mezcla con pocas calorías y cero grasa.
Huevo entero (1 unidad): añade emulsión, sabor y un cuajado suave gracias a las yemas.
Extracto de vainilla (1 cucharadita): realza el aroma clásico del flan y redondea el dulzor.
Stevia granulada (½ taza, al gusto): endulzante sin calorías que sustituye el azúcar refinada manteniendo un perfil dulce limpio.
Miel de agave para el caramelo (½ taza): base del caramelo suave; aporta dulzor y color. Tiene un índice glucémico menor que el azúcar común y un sabor neutro que no compite con la vainilla.
Compuestos bioactivos (lo que hace “bien” a tu flan)
Steviol–glicósidos (stevia): compuestos dulces de origen vegetal, sin calorías.
Proteínas lácteas (caseína y suero del cottage): favorecen la saciedad y la reparación muscular.
Colina, luteína y zeaxantina (huevo): nutrientes asociados a salud cerebral y ocular.
Vainillina (vainilla): antioxidante aromático natural.
Nota: aunque es una versión “light” y sin azúcar refinada, sigue siendo un postre. Disfrútalo con porciones conscientes.
Beneficios de esta versión
Menos azúcar: endulzado con stevia y caramelo de agave.
Más proteína: cottage + claras ayudan a la saciedad.
Textura cremosa con menos grasa que un flan tradicional gracias al queso crema light.
Preparación rápida: todo en licuadora.
Equipo necesario
Licuadora
Molde para flan (18–20 cm) o 8 ramequines
Charola profunda para baño maría
Papel aluminio
Agua caliente
Espátula y cuchillo delgado para desmoldar
Paso a paso detallado
Precalienta el horno a 350°F (175°C). Pon a calentar suficiente agua para el baño maría.
Prepara el caramelo: vierte ½ taza de miel de agave en el fondo del molde y gíralo para cubrir la base (y un poco las paredes). Reserva.
Licúa el queso crema light, cottage, claras, huevo, vainilla y stevia durante 30–40 s hasta lograr una mezcla sedosa. Evita licuar de más para no incorporar aire.
Elimina burbujas: golpea suavemente el vaso de la licuadora contra la mesa o pasa la mezcla por un colador fino.
Vierte sobre el molde acaramelado. Da golpecitos al molde para asentar.
Arma el baño maría: coloca el molde dentro de una charola, agrega agua caliente hasta 2–3 cm de altura. Cubre el molde con aluminio (sin apretar demasiado).
Hornea 50 minutos o hasta que el centro tiemble ligeramente al mover (cuajado tipo gelatina).
Enfría: retira del baño maría, deja entibiar 30–40 min y refrigera al menos 4 horas (ideal, toda la noche).
Desmolda: pasa un cuchillo fino por el borde, calienta la base del molde 10–15 s sobre agua caliente y voltea sobre un plato hondo para que caiga la salsa.
Presentación sugerida
Sirve con frambuesas o fresas frescas, coco laminado o nuez tostada.
Un toque de sal en escamas resalta el caramelo.
Para un look gourmet: hilo de yogurt griego batido con vainilla y unas hojas de menta.
Información nutricional (estimada por porción, 1/8 de la receta)
Energía: ~170 kcal
Proteína: ~8 g
Grasa: ~6 g
Carbohidratos totales: ~18 g
Azúcares añadidos: provenientes del agave (~15 g/porción)
Fibra: ~0 g
*Cálculo aproximado a partir de bases estándar para: queso crema light (226 g), cottage bajo en grasa (1 taza), ½ taza de agave, ½ taza de claras y 1 huevo; puede variar según marcas.
Cómo almacenarlo
Refrigeración: tapado o en contenedor hermético, 4–5 días.
Congelación: no recomendado (puede volverse arenoso).
Transporte: mantener frío; desmoldar en destino para conservar la salsa.



